viernes, 25 de junio de 2010

Año por Año


Uno de los problemas que normalmente se afronta en la competencia es la división de las categorías, estas son cada dos años y con el agravante que el niño que nace en el mismo año, por ejemplo en Enero, en relación al que nace en Diciembre tiene una ventaja enorme sobre el segundo,(hasta hay casos donde compiten con 35 meses de diferencia) quizás en edades donde los cambios fisiológicos son muy grandes debería ser menor o sea mas subdivisiones.
Por supuesto, que esto iría en contra de los clubes por el espacio físico, mas canchas a utilizar por los interclubes, mas socios protestando que no tienen cancha para jugar.
Pero también va a favor de una competencia más justa, de una detección de talentos más estructurada y selectiva a través de medidas más a tono al desarrollo gradual del infante y establecer futuro más promisorio.
Tener en cuenta algunos estudios como los picos máximos de altura para entender en que fase del desarrollo se encuentra el alumno, quizás, seria una utopia hacer un G3 por altura, si mide de tanto a tanto, juega en una división o en otra, también en el desarrollo cognitivo cambia en dos años, las estructuras mentales también hay que considerarlas, sin lugar a dudas la competencia trae todos estos puntos a tratar, que pocas veces los consideramos, porque nuestra mente esta siempre en lo urgente y no lo importante, es por eso que a veces vemos a niños en un contexto de presión enorme y seguimos preguntándonos ¿que le pasa a ese chico?, mira como tira la raqueta!, esta llorando en los cambios de lado!, putea a los cuatro vientos!....., ese chico, esta pidiendo ayuda inconcientemente, por eso, es hora de parar la pelota y entender un poco mas al niño.

Horacio Rodriguez Molaro

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